Entre las calles Mayor y Tinte existe un pasadizo que nos sumerge de lleno en el modernismo. Una de la tres únicas galerías modernistas en España. Una galería comercial y residencial que constituye un hito por su arquitectura y por el concepto. La luz de Albacete cae sobre la piedra labrada interrumpida por los filos de sombra que proyecta el hierro de su cubierta. De obligada visita.
Fue diseñado en 1925 por Buenaventura Ferrando Castells y mandado construir por Gabriel Lodares con la intención de crear una galería comercial y a la vez residencial. El pasaje se asienta sobre columnas renacentistas, entre las que se encuentran los comercios. Su cubierta es un tragaluz con estructura de hierro y láminas de cristal que permite el paso de la luz y el cambio de aspecto según cambia aquella en su recorrido diario. Las fachadas interiores contienen distintos adornos basados en la mitología, con abundancia de cabezas de mercurio, dios del comercio. Los herrajes en balcones y puertas son insignes muestras de la artesanía rejera de la ciudad.
La singularidad viene en la asimetría de las fachadas exteriores, la de la calle Mayor mucho más modesta que la de Tinte, porque el propietario de la casa de la izquierda se negó a vender y hubo que modificar el diseño no sólo de la fachada sino de los locales afectados más pequeños que el resto.