Creado sobre el huerto del que era el convento de San Francisco, el Parque de Joaquín Acacio, pasó a manos privadas tras la Desamortización de Mendizábal y la anterior desaparición del convento de San Francisco como consecuencia de un incendio con motivo de las revueltas sociales de 1834.

La familia propietaria, Acacio Peña, lo cedió para la creación de un parque que se inauguró en 1945 en memoria de los fallecidos durante la Guerra Civil Española, entre los que se encontraba Joaquín Acacio, miembro de dicha familia.

Siendo uno de los parques más antiguos de la localidad, el Parque de Joaquín Acacio, popularmente conocido como Parque de los Caídos, se estructura entorno a un monumento central rodeado por paseos, adornados por múltiples y diversas especies vegetales.

Además, el parque Joaquín Acacio cuenta con una zona infantil.