Desde la distancia, Alcalá del Júcar ofrece una visión espectacular: las casas, escalonadas en un altísimo cerro, se disponen alrededor de la fortaleza, construida por los almohades entre los siglos XII y XIII.
Es un buen ejemplo de arquitectura islámica, con un torreón pentagonal, y dos pequeñas torres de planta circular, dispuestas en tres alturas. Restos de la antigua muralla rodean la fortaleza. Es interesante considerar que ya hubo aquí asentamientos iberos y romanos, que también eligieron el cerro como punto de vigilancia y defensa.
Dos leyendas perviven en torno al castillo, sobre la princesa Zulema. En la primera, ella es raptada por el moro Garadén, para que se convierta en musulmana y se case con él. Pero Zulema, antes que eso, prefiere arrojarse desde lo alto de la torre. En la segunda, Zulema es mora, y enamorada de un caballero cristiano, huye del castillo de su padre, el moro Garadén, para establecerse en una cercana aldea... llamada Zulema.